Un andador inteligente ayudará a discapacitados ( 08-07-2008 )
El aparato decide por sí solo y corrige los movimientos del usuario para evitar caídas y guiarlo
Un andador dotado de inteligencia artificial mejorará el grado de autonomía de las personas con movilidad reducida o enfermedades neurodegenerativas. El aparato, llamado i-Walker, ha sido desarrollado por investigadores de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y se enmarca dentro del programa europeo Share-it, en el que participan universidades y centros científicos y sanitarios de España, Alemania, Italia y Rumanía. El objetivo es el desarrollo de una nueva generación de sistemas asistenciales - andadores, sillas de ruedas, etcétera- inteligentes y el caminador que ayer presentaron en la UPC es el proyecto más avanzado hasta ahora.
El i-Walker tiene la estructura básica de un andador convencional, pero además incorpora sensores de presencia y movimiento, medidores de fuerza, motores y frenos automatizados. Gracias al ordenador y el software que lleva a bordo, el andador es capaz de calcular todas las acciones, tomar decisiones y actuar según las necesidades de su usuario, siempre que se le programe para ello. "Todo el mundo envejece y tiene unas necesidades diferentes, así que no puede haber herramientas generales; este caminador permite personalizar y adaptarse a cada uno", dijo Ulises Cortés, coordinador de la investigación.
La idea es que un médico indique las áreas que cada paciente necesita vigilar y que un especialista introduzca esos parámetros en el ordenador. Así el andador frena si cree que el paciente corre riesgo de caerse o no está bien sujeto. También corrige el ángulo de giro de quien lo empuja, crea un mapa del entorno cercano y puede dirigir a su usuario hasta lugares determinados - cocina, baño, centro de salud...- mediante un sistema de reconocimiento de voz. Los investigadores han tenido que crear un sistema de agentes inteligentes, un tipo de software que observa e interactúa con su entorno y que es capaz de aprender y de comunicarse con las personas. La parte de la programación y la mecánica ya están resueltas, pero aún queda un tiempo para que el i-Walker esté disponible para el público. Primero el equipo de la UPC enviará el aparato a la Fondazione Santa Lucia, un hospital y centro de investigación en Roma que experimentará la aplicación del andador inteligente con sus pacientes. Dentro de un año y medio el i-Walker ya debería estar listo y se espera que a partir de entonces lo puedan utilizar tanto particulares en casa como hospitales o residencias geriátricas. La explotación comercial no se ha definido, está fuera del proyecto de investigación, explicaron desde la Universitat Politècnica.
Aparte de la ayuda a personas con dificultades para andar o recordar caminos, sus creadores aseguran que el i-Walker servirá para la rehabilitación de pacientes que hayan perdido movilidad y necesiten ejercitarse. "Es posible regular la resistencia del aparato para que el usuario deba ejercer más o menos fuerza al empujarlo y así ejercitar sus músculos", explicó Joaquim Agulló, otro de los investigadores del proyecto. En este caso, el andador monitorizaría la forma en la que camina el paciente, sus progresos, las calorías que quema, y enviaría estos datos a su médico. De hecho, todos los andadores estarían conectados mediante tecnología inalámbrica a un centro de control, que podría ser un centro sanitario, un asistente social o la persona cuidadora - mediante agenda electrónica-. Los gestos o constantes vitales también estarían controladas. Otro de los proyectos de Share-it se centra en una silla de ruedas y una plataforma de desplazamiento.
MAITE GUTIÉRREZ - BARCELONA Artículo
Artículo publicado en:
LA VANGUARDIA 08-07-2008El i-Walker tiene la estructura básica de un andador convencional, pero además incorpora sensores de presencia y movimiento, medidores de fuerza, motores y frenos automatizados. Gracias al ordenador y el software que lleva a bordo, el andador es capaz de calcular todas las acciones, tomar decisiones y actuar según las necesidades de su usuario, siempre que se le programe para ello. "Todo el mundo envejece y tiene unas necesidades diferentes, así que no puede haber herramientas generales; este caminador permite personalizar y adaptarse a cada uno", dijo Ulises Cortés, coordinador de la investigación.
La idea es que un médico indique las áreas que cada paciente necesita vigilar y que un especialista introduzca esos parámetros en el ordenador. Así el andador frena si cree que el paciente corre riesgo de caerse o no está bien sujeto. También corrige el ángulo de giro de quien lo empuja, crea un mapa del entorno cercano y puede dirigir a su usuario hasta lugares determinados - cocina, baño, centro de salud...- mediante un sistema de reconocimiento de voz. Los investigadores han tenido que crear un sistema de agentes inteligentes, un tipo de software que observa e interactúa con su entorno y que es capaz de aprender y de comunicarse con las personas. La parte de la programación y la mecánica ya están resueltas, pero aún queda un tiempo para que el i-Walker esté disponible para el público. Primero el equipo de la UPC enviará el aparato a la Fondazione Santa Lucia, un hospital y centro de investigación en Roma que experimentará la aplicación del andador inteligente con sus pacientes. Dentro de un año y medio el i-Walker ya debería estar listo y se espera que a partir de entonces lo puedan utilizar tanto particulares en casa como hospitales o residencias geriátricas. La explotación comercial no se ha definido, está fuera del proyecto de investigación, explicaron desde la Universitat Politècnica.
Aparte de la ayuda a personas con dificultades para andar o recordar caminos, sus creadores aseguran que el i-Walker servirá para la rehabilitación de pacientes que hayan perdido movilidad y necesiten ejercitarse. "Es posible regular la resistencia del aparato para que el usuario deba ejercer más o menos fuerza al empujarlo y así ejercitar sus músculos", explicó Joaquim Agulló, otro de los investigadores del proyecto. En este caso, el andador monitorizaría la forma en la que camina el paciente, sus progresos, las calorías que quema, y enviaría estos datos a su médico. De hecho, todos los andadores estarían conectados mediante tecnología inalámbrica a un centro de control, que podría ser un centro sanitario, un asistente social o la persona cuidadora - mediante agenda electrónica-. Los gestos o constantes vitales también estarían controladas. Otro de los proyectos de Share-it se centra en una silla de ruedas y una plataforma de desplazamiento.
MAITE GUTIÉRREZ - BARCELONA Artículo
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La rehabilitación se estanca, no avanza y los médicos rehabilitadores nos quejamos. Sin que las toquemos o las veamos las cosas suceden a nuestro alrededor.
¿Cómo conseguir que los adelantos salgan de un cajón en una universidad y lleguen a los hospitales y a los hogares de la gente, al mercado internacional de las ayudas técnicas?
¿Cómo conseguir que avances cientifico-técnicos de calidad lleguen a los congresos científicos de los médicos rehabilitadores, a la revista de Rehabilitación y a los hospitales donde trabajamos?
El grito de una persona sola.
Fuentes:
http://www.upc.edu/ude/noticies/un-andador-inteligente-ayudara-a-discapacitados-08-07-2008/
http://www.lavanguardia.es/free/edicionimpresa/res/20080708/53497337426.html
http://www.sciencedaily.com/releases/2008/11/081107072015.htm
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